1860 d.C.
10 de julio
La historia terrenal del Padre
Ascanio Nicanore, es compartida en martirio con otros siete religiosos franciscanos
y tres maronitas laicos, asesinados por la fe, en la noche del 10 de julio
de 1860 y conocidos como "Santos Mártires de Damasco".
Lamentablemente, no hay textos que informen noticias sobre su vida anterior al estado religioso, siendo casi todos españoles; pero una investigación en profundidad en las Bibliotecas Franciscanas ciertamente podría ser útil. Nos limitamos a decir su martirio. Estaban en su convento en Damasco en Siria, llevando a cabo la vida comunitaria, extendida al apostolado entre la población local.
En la noche entre el 9 y el 10 de julio de 1860, fueron atacados por Drusis de Damasco, una secta religiosa de origen musulmán chiíta, presa de su fanatismo de intolerancia religiosa, que estalló en los años 1845-46 y especialmente en 1860 contra el cristianismo; viajaron por la ciudad con masacres de cristianos.
Los ocho franciscanos se refugiaron entre las sólidas paredes del convento, con ellos había tres hermanos cristianos maronitas; desafortunadamente hubo un traidor, tal vez entre los asistentes locales, que presentó a los asesinos por una puerta pequeña, que nadie había pensado, y todos fueron masacrados, con la ferocidad que distingue a los fundamentalistas islámicos y que en muchos siglos ha hecho miles y miles de las víctimas en el mundo cristiano.
Lamentablemente, no hay textos que informen noticias sobre su vida anterior al estado religioso, siendo casi todos españoles; pero una investigación en profundidad en las Bibliotecas Franciscanas ciertamente podría ser útil. Nos limitamos a decir su martirio. Estaban en su convento en Damasco en Siria, llevando a cabo la vida comunitaria, extendida al apostolado entre la población local.
En la noche entre el 9 y el 10 de julio de 1860, fueron atacados por Drusis de Damasco, una secta religiosa de origen musulmán chiíta, presa de su fanatismo de intolerancia religiosa, que estalló en los años 1845-46 y especialmente en 1860 contra el cristianismo; viajaron por la ciudad con masacres de cristianos.
Los ocho franciscanos se refugiaron entre las sólidas paredes del convento, con ellos había tres hermanos cristianos maronitas; desafortunadamente hubo un traidor, tal vez entre los asistentes locales, que presentó a los asesinos por una puerta pequeña, que nadie había pensado, y todos fueron masacrados, con la ferocidad que distingue a los fundamentalistas islámicos y que en muchos siglos ha hecho miles y miles de las víctimas en el mundo cristiano.