BEATO ANTONIO YI HYEON
2 de julio
1801 d.C.
Nació en Yeoju, en la provincia de Gyeonggi (actual Corea del
Sur). Poco tiempo después que el catolicismo entrara en Corea,
le llegaron a sus manos algunos libros religiosos y los estudió
con avidez. En un segundo momento frecuentó la casa de Josafat
Kim Geon-sun, dónde vivía su tío Lucas Yi
Hui-yeong; allí comenzó su formación cristiana en
el otoño de 1797.
Después se
trasladó a Seúl, donde conoció al beato Felipe
Hong Pil-ju, con el cual profundizó el Catecismo y fue bautizado
por el primer misionero en Corea el beato Santiago Zhou Wen-mo.
También conoció a los beatos Bernabé Jeong
Gwang-su, Pedro Choe Pil-je y Francisco Kim Jong-gyo, con los que
participaba en los encuentros de oración.
Se casó con la
hija del beato Antonio Hong Ik-man, y de esta forma fue cuñado
de Felipe Hong Pil-ju. En el invierno de 1800 murieron sus padres, y
poco después estalló la persecución Shinyu.
Antonio y sus amigos fueron arrestados y llevados al cuartel general de
la policía en Seúl, donde había muerto su
tío durante los interrogatorios y torturas. Antonio no dijo nada
que pudiera dañar a la Iglesia, a pesar de las palizas y las
presiones por los interrogatorios, durante un momento
cedió, pero no reveló dónde se encontraban los
otros cristianos. Fue trasladado al Ministerio de Justicia, donde se
arrepintió de su apostasía. Consciente que
sufriría más presiones, fue determinante en profesar sus
fe y dar su vida por Dios. Sus enemigos al no poder convencerlo para
que renegara de su fe, fue condenado a muerte. Antes de recibir la
sentencia, Antonio dijo: «Durante cuatro años me he
conmovido profundamente mientras leía y estudiaba los libros de
la Iglesia junto a mis compañeros…. He creído en la
religión católica durante muchos años y la amo.
Por tanto no renunciaré a mi fe en Dios, no me importa el
castigo que me vendrá dado». Junto a otros
compañeros fue conducido a la Pequeña Puerte Occidental
de Seúl donde fue decapitado.