BEATO ANTONIO MATEO
SALAMERO
9 de agosto
1936 d.C.
Nació en Torres del Obispo, Huesca (España). En 1878
entró en el Seminario de Huesca. Mas al poco tiempo, la familia
tuvo que trasladarse a Barcelona. En la ciudad condal Antonio
inició los estudios de farmacia, pero pudo más su deseo
de ser sacerdote e ingresó de nuevo en el Seminario. El 19 de
diciembre de 1890 fue ordenado sacerdote.
El 14 de abril de
1913, D. Antonio toma posesión de la parroquia de San Pedro de
Coslada, pueblo próximo a Madrid. Gracias a su constancia y
empeño, D. Antonio obtuvo la licenciatura en Teología por
la Universidad de Toledo, el 14 de enero de 1920.
El 5 de enero de 1927
D. Antonio aceptó la Capellanía de la casa de
formación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de
Griñón (Madrid). Sus funciones le quedan claramente
fijadas: misa diaria, servicio penitencial cada mañana, los
jueves y domingos, por la tarde, bendición con el
Santísimo, y atención espiritual a los moradores de la
casa, especialmente a los ancianos y enfermos. Sintonizó
perfectamente, de modo que la casa de los Hermanos era su casa y
él era un Hermano más. Además, durante cierto
tiempo, se encargó de la parroquia del pueblo.
El 28 de julio de 1936
después de comer, se disponía a descansar cuando se
oyó algunos disparos. Un poco más tarde, desde la ventana
que daba a la calle pudo oír a los mismos milicianos comentando
que habían matado a los frailes. Temiendo lo peor, D. Antonio y
Rosario, su ama de llaves, se marcharon esa misma tarde a casa de la
viuda de D. Santos Alonso.
El 9 de agosto, a
requerimiento del Sr. Alcalde, D. Antonio y Rosario dejaron el chalet
de la señora viuda de Alonso y se fueron a su propia casa. D.
Antonio fue tranquilo, porque no creía tener en el pueblo
enemigo alguno. Unos milicianos enviados por el Alcalde, ya anochecido,
llamaron a la puerta y requirieron la presencia de D. Antonio, que se
presentó de inmediato. El que hacía de jefe le
saludó con aparente cordialidad, dándole una palmadita en
la espalda. Lo subieron con ellos al coche y se lo llevaron.
Apenas había recorrido el coche dos kilómetros cuando, en
el lugar denominado “La Junquera”, de la carretera de
Griñón a Torrejón de la Calzada, hicieron bajar
del coche a D. Antonio que, al darse cuenta de lo que iban a hacer con
él, les dijo: “Hijos míos, ¿me vais a matar?
¿No veis que os vais a condenar? Dejadme rezar mis oraciones”.
Uno de ellos le dio un culatazo con el fusil, en el momento que D.
Antonio “pedía a Dios que les perdonara”, según
testimonio de uno de los verdugos. Inmediatamente lo fusilaron.
Veinticuatro horas quedó su cuerpo en la cuneta de la carretera,
hasta que el enterrador de Torrejón de la Calzada lo
sepultó en el cementerio de este pueblo. Beatificado el 13 de
octubre de 2013 por SS Francisco.