BEATA ANTONIA DE FLORENCIA
28 de febrero
1472 d.C.



   Era florentina, a los 15 años se casó, y al poco tiempo tuvo un hijo. Murió su esposo, y para proveer al muchacho se casó por segunda vez (matrimonio que no fue tan afortunado como el precedente). También el segundo marido murió, y ella se dio cuenta que la vida del mundo no era para ella. Cuando su hijo fue mayor entró en las clarisas franciscanas. Desde aquel día el convento fue su casa. Antonia no tenía más ambición que santificarse. Su espíritu de piedad no solo edificó a sus hermanas sino también trajo la estima de sus superiores. Fue enviada a Foligno, al convento de Santa Ana como priora (1430-1433); y al convento de Santa Isabel en L'Aquila, con el mismo encargo. 

   Tuvo como director espiritual a san Juan de Capistrano, que se había unido a san Bernardino de Siena para promover la "observancia" más genuina en la regla franciscana. San Juan de Capistrano le confió la guía del monasterio de Corpus Domini, (1447) para que fuese modelo del espíritu "observante" en la rama femenina franciscana, bajo la primera regla de santa Clara. Por muchos años fue reformadora de costumbres, ejemplo de virtud y de obediencia. Desgracias y calumnias la hirieron sin hacerla caer, entre ellas una dolorosa enfermedad que soportó durante 15 años. Venció las propias tribulaciones curando aquellas que padecían los otros. Aprobó su culto Pío IX el 17 de septiembre de 1847.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)