AÑO
Vocabulario bíblico
El año bíblico
consta de 12 meses lunares de 29 ó 30 días, a los que se añadía
periódicamente un mes complementario, con el fin de ajustar los desfases
entre los ciclos lunar y solar. Así pues, en realidad el año
bíblico era lunisolar. En torno al destierro, bajo la influencia del
calendario babilónico, que fue adoptado por Israel, se empezó
a celebrar el comienzo del año civil en primavera coincidiendo con
el día primero del mes de Nisán. En cambio, el comienzo del
año religioso continuó celebrándose en otoño,
al final de la recolección, según el calendario tradicional
de carácter agrícola (el primero del mes de Tishrí).