BEATO ÁLVARO
DEL PORTILLO DÍEZ DE SOLLANO
23 de marzo
1994 d.C.
Nació en Madrid
en el seno de una familia acomodada. Después de cursar el
bachillerato en el Colegio El Pilar (Madrid), se licenció como
ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y mientras trabajaba en
diversas entidades oficiales como ingeniero, estudió
Filosofía y Letras (Sección de Historia) y se
doctoró en 1944.
En 1935 se
incorporó al Opus Dei. Recibió directamente del fundador
la formación y el espíritu propios de aquel nuevo camino
en la Iglesia. Desarrolló una amplia labor de
evangelización entre sus compañeros de estudio y trabajo,
y desde 1939 realizó numerosos viajes apostólicos por
diferentes ciudades de España.
El 25 de junio de 1944
fue ordenado sacerdote. En 1946 se trasladó a Roma donde empieza
una época decisiva en la que, entre otras cosas,
realizará —con su actividad intelectual junto a san
Josemaría y con su trabajo en la Santa Sede— una honda
reflexión sobre el papel y la responsabilidad de los fieles
laicos en la misión de la Iglesia, a través del trabajo
profesional y las relaciones sociales y familiares.
Entre 1947 y 1950
empujó la expansión apostólica del Opus Dei en
Roma, Milán, Nápoles, Palermo y otras ciudades italianas.
Promovió actividades de formación cristiana y
atendió sacerdotalmente a numerosas personas. El 29 de junio de
1948, el fundador del Opus Dei erigió en Roma el Collegio Romano
della Santa Croce, centro internacional de formación del que
Álvaro del Portillo fue primer rector y en el que
enseñó teología moral (1948-1953). En ese mismo
año (1948) obtuvo el doctorado en Derecho Canónico en la
Universidad Pontificia de Santo Tomás.
Durante sus
años en Roma, los diversos Papas que se suceden (desde
Pío XII hasta Juan Pablo II) le llamaron a desempeñar
numerosos encargos, como miembro o consultor de 13 organismos de la
Santa Sede. Participó activamente en el Concilio Vaticano II.
Juan XXIII le nombró consultor de la Sagrada Congregación
del Concilio (1959-66). En las etapas previas al Vaticano II, fue
presidente de la Comisión para el Laicado. Ya en el curso del
Concilio (1962-65) fue secretario de la Comisión sobre la
Disciplina del Clero y del Pueblo Cristiano. Terminado el Concilio,
Pablo VI le nombró consultor de la Comisión postconciliar
sobre los Obispos y el Régimen de las Diócesis (1966).
Fue también, durante muchos años, consultor de la
Congregación para la Doctrina de la Fe.
La vida de
Álvaro del Portillo está estrechamente unida a la del
fundador. Permaneció siempre a su lado hasta el mismo momento de
su muerte, en 1975. Con él viajó a numerosos
países para disponer y orientar los diversos apostolados del
Opus Dei.
El 15 de septiembre de
1975, en el congreso general convocado tras el fallecimiento del
fundador, don Álvaro del Portillo fue elegido para sucederle al
frente del Opus Dei. El 28 de noviembre de 1982, cuando el beato Juan
Pablo II erigió el Opus Dei en prelatura personal, le
designó Prelado de la nueva prelatura. En 1991, le
confirió la ordenación episcopal en la basílica de
San Pedro.
A lo largo de los
años en que estuvo al frente del Opus Dei, Mons. Álvaro
del Portillo promovió el comienzo de la actividad de la
prelatura en 20 nuevos países. En sus viajes pastorales, que le
llevaron a los cinco continentes, habló a miles de personas de
amor a la Iglesia y al Papa, y predicó con persuasiva
simpatía el mensaje cristiano de san Josemaría acerca de
la santidad en la vida ordinaria.
Álvaro del
Portillo es autor de publicaciones sobre materias teológicas,
canónicas y pastorales: “Fieles y laicos en la Iglesia”
(1969), “Escritos sobre el sacerdocio” (1970) y numerosos textos
dispersos, gran parte de ellos recogidos póstumamente en el
volumen “Rendere amabile la Verità. Raccolta di scritti di
Mons. Álvaro del Portillo”. En 1992 se publicó el
volumen “Intervista sul Fondatore dell'Opus Dei”, fruto de sus
conversaciones con el periodista italiano Cesare Cavalleri, sobre la
figura de san Josemaría Escrivá, que ha sido traducido a
varias lenguas.
Como Prelado del Opus
Dei, Mons. Álvaro del Portillo estimuló la puesta en
marcha de numerosas iniciativas sociales y educativas. El Centre
Hospitalier Monkole (Kinshasa, Congo), el Center for Industrial
Technology and Enterprise (CITE, en Cebú, Filipinas) y la Niger
Foundation (Enugu, Nigeria). Asimismo, la Universidad Pontificia de la
Santa Cruz (desde 1985) y el seminario internacional Sedes Sapientiae
(desde 1990), ambos en Roma, así como el Colegio
Eclesiástico Internacional Bidasoa (Pamplona, España).
Son una muestra de la preocupación de monseñor del
Portillo por el papel del sacerdote en el mundo actual, tema al que
dedicó buena parte de sus energías, como se puso de
manifiesto en los años del Concilio Vaticano II.
Monseñor Álvaro del Portillo falleció
en Roma en la madrugada del 23 de marzo de 1994, pocas horas
después de regresar de una peregrinación a Tierra Santa.
Tras su muerte en 1994, miles de personas han testimoniado por escrito
su recuerdo de monseñor Álvaro del Portillo: su bondad,
el calor de su sonrisa, su humildad, su audacia sobrenatural, la paz
interior que su palabra les comunicaba. Fue beatificado el 27 de
septiembre de 2014 por el Papa Francisco.