BEATA ALICIA KOTOWSKA
11 de noviembre
1939 d.C.
María Jadwiga nació en Varsovia en el seno de una familia
acomodada y patriota. María consiguió el título de
enfermera, y ejerció su cargo durante la I Guerra mundial y por
ello la Polonia restaurada le concedio la condecoración de
“Polonia restaurada” por su compasión y valor.
Buscando una mayor
perfección ingreso como religiosa de la Congregación de
la Hermanas de la Resurrección del Señor, donde
cambió su nombre por el de Alicia. Enseñó en los
colegios de Varsovia y Wejherowo, esta última ciudad fue elegida
directora del colegio y superiora de la comunidad y ambas tareas las
desarrolló con gran eficiencia.
Cuando se inició la II Guerra los nazis al invadir Polonia,
decidieron exterminar a todos aquellos polacos que en el pasado se
habían distinguido por su patriotismo y por ser líderes
de la comunidad, en esta lista se encontraba la hermana Alicia, que al
conocerlo, lo primero que hizo fue enterrar los objetos sagrados del
convento, pero el jardinero del convento, que era espía de la
Gestapo, denunció el hecho. Fue detenida y perdonó al
delator. Estuvo en prisión dos días y por mantenerse
fielmente en la fe fue fusilada en Laski Plasnica, cerca de la ciudad
de Wejherowo (Polonia), junto con otros polacos y niños
judíos a los que ella infundió una gran paz. Les
habían obligado a cavar su tumba y quemaron sus cuerpos, de ella
sólo se encontró su rosario. Fue beatificada con
otros mártires polacos el 13 de junio de 1999 por el papa Juan
Pablo II.