BEATO ALFONSO NAVARRETE
1 de junio
1617 d.C.
En
Omura, en Japón, beatos mártires Alfonso Navarrete, de la
Orden de Predicadores, Fernando de San José de Ayala, de la
Orden de los Ermitaños de San Agustín, y León
Tanaka, religioso de la Compañía de Jesús, que,
por decisión del comandante supremo Hidetada, fueron decapitados
a causa de la fe cristiana.
Nació en Logroño en 1571. Ingresó en
los dominicos en el convento de San Pablo de Valladolid y
trabajó primero como misionero en Filipinas (1596) donde
trabajó en la provincia de Cagayán pero una enfermedad le
obligó a regresar a España para restablecerse;
allí se dedicó a reclutar misioneros para el Extremo
Oriente. En 1611 fue enviado a Miyako, Japón, de ahí a
Nagasaki, de donde fue desterrado en 1614. Fue nombrado vicario
provincial y promovió la Cofradía del Rosario, que dio a
la Iglesia numerosos mártires, y la Hermandad de la Caridad para
atender a los enfermos. Se dice que convirtió al cristianismo a
muchas personas. Se le conoció como “el san Vicente de
Paúl” del Japón, porque se dedicaba a rescatar a los
niños abandonados. En 1617 fue a Ômura, donde
predicó abiertamente el evangelio, por lo que fue detenido y
llevado de una parte a otra de la bahía de Ômura, hasta
ser decapitado en Tkashima junto al agustino Fernando de San
José Ayala. Es el protomártir de los dominicos en el
Japón.