BEATO ALANO DE LILLE
30 de enero
1202 d.C.
Filósofo y teólogo, conocido como “Doctor universalis”,
nació en Lille (Francia). Fue profesor de grado en París
y en Montpellier; tomó el hábito de converso en Citeaux,
donde llevó una vida ejemplar. Fue un profundo conocedor de las
doctrinas platónicas-aristotélicas, en gran parte a
través de Boecio, más que un pensador original, fue
discípulo de Gilberto Porretano. Ecléctico en
filosofía, se le aprecia como teólogo por la
exposción de las máximas teológicas en forma
aforística, que lo distingue de las tradiciones
contemporáneas. Puso las bases de la terminología
teológica de su tiempo y polemizó con cierta fuerza
dialéctica, pero sin un verdadero rigor racional. Llevó
su esfuerzo de sistematización del saber en obras en verso.
Sus obras se pueden dividir en: Escritos filosóficos
teológicos: “Contra hereticos”, en 4 vol. “Regulae de
sacra theologia”. “Distinctiones dictionum thologicarum”. “Summa
de arte praedicatoria”. Además “Sermones”; “De sex
alis Cherubini”; “Elucidatio in Cantica canticorum”; “Liber
poenitentialis”. Escritos poéticos: “Anticlaudianus”,
que parece que influyó en Dante. “De planctu naturae”. “Doctrinale
minus”(o “liber parabolarum”). Se le han atribuido otros
libros pero no son suyos.
La excepcional doctrina de Alano hizo que se considerara un ser
superior, a la misma altura que San Alberto Magno, y favoreció
el nacimiento de una idealización legendaria. No hay ninguna
referencia que se haya venerado su sepulcro ni de otras manifestaciones
de culto, pero en el “Brevis quorundam sanctorum et beatorum sacri
Cisterciensis ordinis enumeratio” del
abad Jean de Cirey (Dijon 1491) y en los martirologios cistercienses y
benedictinos.