William
Miller, un granjero de Pennsylvania que nació el 15 de febrero
de 1782, en Fitsfield y murió en Low Hampton el 20 de diciembre
de 1849. Miller era considerado entre sus amigos, como un Bautista
consagrado, desinteresado y humilde.
Empezó a estudiar la Biblia cuando tenía 34
años, sin método teológico, solo orientado por un
libro de concordancias. Pensó que había encontrado la
clave para entender las profecías sobre el fin del mundo, en los
libros del profeta Daniel y del Apocalipsis.
El fundador del movimiento adventista, es decir, los que
esperaban la advenimiento de Jesús de todas las
denominaciones,fue William Miller. Pero la denominación tuvo
entre sus fundadores a Ellen G. White, cuyos
escritos son considerados por la jerarquía y los adeptos de los
Adventistas de Séptimo Día inspirados por Dios como la
Biblia. Su punto de partida lo constituyen las interpretaciones
especiales de William Miller en relación con Daniel 8,14;
basándose en ellas profetizó el Fin del Mundo para el
año 1843.
Al sobrevenir el fracaso, Miller anunció el Fin del
Mundo para el 21 de marzo de 1844, el 18 de abril de 1844 y el 22 de
octubre de 1844 (Francis D. Nichol, The Midnight Cry, pp. 457 y ss).
Paradójicamente este último fracaso
proporcionaría a la secta uno de los puntales de su
teología. El 23 de octubre de 1844, uno de los adeptos, llamado
Hiram Edson, comunicó que había experimentado una
visión en la que había visto cómo Cristo llegaba
hasta un altar en el cielo. De esto se dedujo que Miller no se
había equivocado en cuanto a la fecha, sino que sólo
había errado en el lugar hacia el cual se dirigiría
Cristo.
Posteriormente el Fin del Mundo volvería a ser
anunciado por la secta en repetidas ocasiones entre ellas 1854 y 1873.
Es importante notar que, aunque rechazaron (por razones
obvias) la creencia de Miller de que Jesús llegaría en
1843, los adventistas siguen con la misma cronología basada en
el libro de Daniel y otros textos interpretados arbitrariamente.
Como los Testigos de Jehová, Elena de White
trató de interpretar algunos acontecimientos históricos
de los siglos XVIII y XIX según las profecías de Daniel.
Desde el comienzo de la iglesia sabatista, el trabajo
literario y el sistema de vender sus libros han tenido una parte
importante en el crecimiento del grupo . Tienen casi 50 casas de
publicaciones en más de 220 idiomas.
En muchos casos, los Adventistas del Séptimo
Día han sido un precedente de las características
más escandalosas de las sectas del siglo XX: utilizan
actividades con fines proselitistas, como los cursillos para dejar de
fumar; obligan asus adeptos a aportar cuotas económicas
considerables y repetidas para pertenecer a la secta, crean negocios
con el ldinero que deben depositar los adeptos, intentan infiltrarse en
las entidades supraeclesiales para aparecer como una iglesia más.
En los últimos años la secta se ha
encontrado en una situación difícil en repetidas
ocasiones como consecuencia de informaciones publicadas sobre ella y de
escándalos financieros que presuntamente salpicaban a buen
número de sus más altos dirigentes (Información
sobre el Escándalo Davenport en Time de agosto de 1982).
Los adventistas consideran a las Sagradas Escrituras como
la base de su fe y su moral, pero al interpretarlas las toman tan a la
letra que se les ha llamado "Los más fundamentalistas de los
fundamentalistas".
Aunque su estudio sea sincero y reverente, los criterios
de lectura y de interpretación que siguen los conduce a
posiciones humanas so pretexto de ser fieles a Dios, y hacen que se
conduzcan bajo el imperio de la letra antes que bajo la
conducción del Espíritu. Por eso su insistencia fallida
en la fecha de la venida de Cristo o la observancia del sábado.
El especial "camaleonismo" de esta secta y su astucia a la
hora de infiltrarse en ambientes tanto católicos como
evangélicos, ha causado el que algunos hayan caído en el
error de considerarla una iglesia protestante más.
Igualmente, su explicación acerca del sacrificio expiatorio de Cristo, que ya no
es para ellos la muerte del Señor en la Cruz, ni la
intercesión del Resucitado en el cielo, sino el paso que, dicen,
hizo Jesús en 1844 hasta el lugar santísimo, para
"completar y perfeccionar así su expiación." La
visión de Hiram Edson es para ellos de suma importancia, a pesar
de carecer de fundamentos bíblicos.
Son asiduos lectores de las Sagradas Escrituras, lo cual
es muy bueno, pero ignoran totalmente los pasajes Bíblicos que
no concuerdan con sus ideas.
Su escatología niega tanto la inmortalidad del alma
como la existencia del infierno. Se caracteriza, en lo relativo a la
Segunda Venida de Cristo, por un anuncio errático y casi
enfermizo de la fecha del fin del mundo.
No está menos gravemente apartada del cristianismo
la soteriología de los Adventistas. Por un lado, promete la
salvación a aquellos que obedezcan ciegamente una serie de
consignas judaizantes como guardar el sábado, seguir una dieta
pseudo-levítica, etc. y, por otro, contradice las doctrinas
acerca de la expiación defendidas por todos los credos
cristianos.
Para los adventistas, Cristo realizó una
expiación en varias fases, no teniendo lugar la misma en la cruz
sino en el año 1844, año de incumplimiento de una de sus
muchas profecías falsas. No debe olvidarse que en esto, como en
los otros aspectos, los adventistas son abiertamente sectarios.
Para la iglesia adventista es dogma el hecho de que las
revelaciones de Ellen G. White son inspiradas por Dios y de la misma
autoridad que la Biblia (otra característica indubitable de las
sectas), y esto pese a que está fuera de discusión el
carácter erróneo de las mismas.
Su concepción de iglesia excluye a las demás
confesiones cristianas. En particular, respecto a la Católica se
muestran agresivos y colman de improperios al Papa y a la
Jerarquía.
A la Iglesia Católica la llaman la “Ramera” del
Apocalipsis. A las demás iglesias protestantes las llaman la
“hijas de la Ramera”.
Los sábados, que comienzan a las 6 de la tarde del
viernes, según el rito judío, tienen estudio
bíblico y el culto semanal a base de lecturas,
predicación, cantos, oraciones e invocaciones a Dios.
Oran por los enfermos y acostumbran la imposición
de manos. No tienen jerarquía. La congregación elige a
sus pastores, ancianos y diáconos, y estos designan a los
encargados de numerosos ministerios.
Afirman que el hombre no es cuerpo y alma, sino que es un
"alma viviente". Afirman que cuando el hombre muere, ya no existe
más, su alma no está en el cielo (ni en otro lugar).
Dicen que el juicio final empezó en 1844.
En el día de la Resurrección, afirman que
Dios va a "re crear" a los justos para llevarles al cielo.
Quedarán ahí por mil años. Después, el
diablo será soltado y los malos resucitarán. Jesús
destruirá al diablo y sus seguidores por fuego.
Los justos -La Nueva Jerusalén- bajarán del
cielo para vivir eternamente en la tierra. Los malos no
recibirán una existencia, sino que serán aniquilados. Es
una inmortalidad condicional. Sólo los buenos la reciben.
Los adventistas confunden la destrucción con la
aniquilación, algo contrario a la palabra que la Biblia usa en
griego. Los textos bíblicos de Mt 8, 11-12 y 10, 28; y Jn 3,
36;; Ap 14, 9-11 refutan la enseñanza de la aniquilación
eterna.
Los adventistas han cambiado en la Biblia la
numeración de los Diez Mandamientos. Por eso, a un
católico sin cultura religiosa, es fácil que lo
engañen diciendo que la Iglesia católica es la que los ha
cambiado.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día es una
de las pocas iglesias y grupos sectarios que practican un tipo de
lavatorio de los pies. Los adventistas creen que el arcángel
Miguel era Jesús en forma de ángel. Ellos -al contrario
de los testigos de Jehová- creen que Jesús es Dios, que
forma parte de la Trinidad.
La revista mensual en español de la iglesia
Adventista se llama Enfoque de los Tiempos. Sus obras misioneras
utilizando cualquier medio de comunicación, las sostienen con
los diezmos que aportan rigurosamente. Son defensores asérrimos
del pago del diezmo, entendido como el 10% de los ingresos del salario,
apegándose demasiado a algunos textos del Antiguo Testamento que
no se aplican desde el Nuevo.
Al respecto hablan de la "mayordomía cristiana" y
enseñan a administrar para el Señor los bienes materiales
y el tiempo. Dicen los adventistas que el hombre salvado por Cristo
debe observar los mandamientos de la ley, y las bienaventuranzas, pero
que ha de complementar esas practicas con ciertas normas
naturísticas como son: abstenerse de bebidas alcohólicas,
de alcaloides como el café y el té, del tabaco y del
consumo de carne de cerdo. Fomentan los usos vegetarianos.
Es una organización eficiente en sus finanzas y estructuras, muy
al estilo norteamericano.
Las profecías erráticas de Ellen White:
a. Profetizó que Jerusalén no sería reconstruido
como ciudad judía (Early Writings, p. 75).
b. Profetizó que ella estaría viva cuando Jesús
regresara (Early Writings, pp. 15-16.
c. Profetizó que Inglaterra declararía la guerra a
Estados Unidos durante la Guerra de Secesión (Testimonies for
the Church, vol. I, p. 259.
d. Profetizó que la Guerra de Secesión americana (1861-5)
era una señal de la pronta venida de Cristo (Idem, p. 260).
e. Profetizó en los años 50 del s. XIX que Cristo
regresaría en "unos pocos meses" (Early Writings, p. 58; Idem,
p. 64; Idem, p. 67).
f. Profetizó que los adventistas que vivieran en 1856
estarían vivos para la Segunda Venida de Cristo (Testimonies for
the Church, vol. I, pp. 131-132).
g. Profetizó que Cristo regresaría antes de que fuera
abolida la esclavitud en Estados Unidos (Early Writings, pp. 35 y 276)
lo que sucedió en 1863.
Ellen White
enseñó como inspiradas por Dios afirmaciones que se
contradicen con la Escritura:
a. Afirmó que la torre de Babel fue construida antes del Diluvio
(Spiritual Gifts, vol. 3, p. 301, edición de 1864) en contra de
Génesis 11.
b. Afirmó que Dios había enviado a un ángel a
conversar con Caín (Spiritual Gifts, vol. 3, pp. 48-49) en
contra de Génesis 4, 6-7.
c. Afirmó que el sello de Dios es el sábado (Testimonies
for the Church, vol. 8, p. 117; The Great Controversy, p. 640) en lugar
del Espíritu Santo Efesios 1, 13-4; 4,30;
d. Afirmó que la expiación realizada por Cristo no fue
concluida en la cruz (The Great Controversy, pp. 422 y 623; Testimonies
for the Church, vos. I, p. 58) en contra de lo señalado en la
Biblia; Juan 19,30
e. Afirmó que Satanás llevará los pecados de la
humanidad (The Great Controversy, pp. 422 y 485; Testimonies for the
Church, vol. 5, p. 475) en contra de la Escritura que señala que
fue Cristo;Juan 1,29.
f. Afirmó que podemos lograr mediante nuestro esfuerzo la
impecabilidad absoluta (Seventh-day Adventist Bible Commentary, vol. 6,
p. 1.118) en contra de lo establecido en la Escritura 1 Juan 1,8-10.
g. Afirmó que Cristo sólo intercede ante Dios por los que
son adventistas (Early Writings, p. 261) en contra de lo establecido en
la Escritura Juan 17,20; 1 Juan 4,7;5,1.
h. Afirmó que en los últimos días la gente debe
abandonar las iglesias y unirse al adventismo para ser salva (Early
Writings, p. 261), en contra de lo que enseña la Iglesia: la
salvación es para todos.
i. Afirmó que la salvación se deriva de las buenas obras
y no de la gracia de Dios (The Great Controversy, pp. 480-482; Selected
Messages, bk. 1, p. 377; Idem, bk. 3, p. 147) en contra de la Escritura
Efesios 2,8-9;. Niega la necesidad de los sacramentos.
j. Afirmó que la sangre de Cristo no cancela el pecado
(Patriarch and Prophets, p. 357) en contra de lo establecido en la
Escritura Efesios 1,7; 1 Juan 1,7;. Niega la redención.
k. Afirmó que había escuchado el día y la hora de
la Segunda Venida de Cristo (Early Writings, p. 15; Selected Messages,
bk. 1, p. 76; The Great Controversy, p. 640; Testimonies for the
Church, vol. I, p. 59) en contra de lo enseñado por Jesús
en Hechos 1,7.
l. Afirmó que hasta el 22 de octubre de 1844 Jesús no
ascendió a la diestra de Dios (The Great Controversy, p.480) en
contra de lo establecido en la Biblia Ap 3,21; Hechos 7,55-56.
m. Confundió a Herodes Antipas con Herodes Agripa (Early
Writings, pp. 185-186).
La represión ejercida por las autoridades
adventistas sobre aquellos que han osado sacar a la luz la verdad sobre
la profetisa White -hasta la fecha el número de pastores
sancionados supera ampliamente el centenar- pone de manifiesto hasta
qué punto el Adventismo del Séptimo Día es una
secta, que, por otro lado, ha dado origen a otras sectas.
Escisiones importantes del Adventismo del Séptimo
Día han sido la Sociedad Urantia -punto de conexión entre
las sectas clásicas y las ufológicas- y los Davidianos,
protagonistas de la tragedia de Waco.
Doctrina católica
- La Iglesia enseña que la lectura de
la Biblia ha de hacerse bajo la luz del Magisterio, no tomándola
al pie de la letra.
- Cristo expió los pecados de la humanidad
en la Cruz y con su muerte venció al pecado.
- La Biblia es la Palabra de Dios, toda ella es
revelación, no se deben ignorar pasajes.
- El alma es inmortal, todos resucitarán al
final de los tiempos en cuerpo y alma. Los justos serán salvados
y los pecadores irán al infierno.
- La existencia del infierno es un dogma de fe.
- El domingo es el día del Señor
porque fue el día en que Cristo resucitó. El día
del Señor, Carta apostólica, Juan PabloII.
- La Iglesia dice que hay que ayudarla en sus
necesidades, pero no exige el diezmo.
- Lo importante son la fe y las obras, no lo que se
come.
- Cristo es el Hijo de Dios hecho hombre, no es el
arcángel Miguel.
- La Revelación terminó con
Jesucristo. No puede haber ninguna otra revelación.