ADRIANO II
867-872 d.C.
Un tremendo
drama ensangrentó el palacio de Letrán. Antes de tomar
los hábitos, Adriano, que pertenecía a la familia
Colonna, había estado casado y tenía una hija. Madre e
hijas seguían viviendo en palacio. Eleuterio, hermano de
Anastasio, bibliotecario y secretario de Nicolás I, sedujo a la
hija, y después de raptarla, se casó con ella. Para
vengarse del Papa, que había entregado el caso a la justicia,
Eleuterio asesinó a la madre y a la hija. El asesino fue
arrestado y ejecutado.
Lotario II vino a Italia y se encontró con el Papa
en el monasterio de Monte Cassino, donde Adriano le preguntó,
antes de darle la Comunión, si había vuelto a tener
relaciones con Waldrada, después de que su amante había
sido excomulgada por Nicolás I. El emperador avanzó
temblando hacia el altar. Una luz medieval envuelve todavía
aquella impresionante escena en la que los sucesores de Pedro
decidían la suerte de los emperadores.
En Bizancio reinaba Basilio I, fundador de la
dinastía macedónica, que convocó el último
concilio organizado en la Roma oriental, durante el cual fue condenado
el cisma de Focio y se llegó a un nuevo acuerdo con Roma. Cirilo
y Metodio visitaron al Papa, que reconoció la liturgia eslava.
(Pbro. José Manuel Silva Moreno)