ADÁN/EVA
Vocabulario bíblico
"Adán/Eva" refieren
al comienzo de la vida humana, son los seres primordiales de la humanidad
y de la semejanza suya. Dios les dio el señorío sobre toda
la creación (Génesis 1,26s; 2,19s; Salmo 8,5s); pero al usar
mal su libertad y desobedecer cayeron en el pecado (Gn 2,7; Sal 51,7; Ez
28, 13-19), el cual ha estado constante en la historia de la humanidad, por
lo que se denomina "pecado original" o "pecado de los orígenes".
En los relatos de la creación y a lo largo de la Biblia,
el término "adán" tiene connotación colectiva; significa
"ser humano", "humanidad" o "ser persona". Dios da vida al ser humano, corona
con él la creación, lo crea sexuado -varón y mujer-,
y lo convierte en colaborador de su obra (Gn 1,1-2,25). "Eva" significa "vida",
madre de todos los vivientes. En la genealogía, Adán se convierte
en nombre de persona, para indicar que todas las personas forman el género
humano, no solo los provenientes de Israel (Gn 5,1).
El Nuevo Testamento repite que Dios creó a toda la humanidad
(Hechos 17,26); Jesús señala a los primeros padres como prototipo
de la pareja conyugal y proclama que el orden establecido por Dios al crearlos
debe ser restaurado tanto en relación con el ser individual de cada
persona, como en la misión de los esposos y el rol colectivo de la
humanidad (Mt 19,4s; 1 Tim 2,13s). Pablo ve en Jesús al "nuevo, segundo,
último y verdadero Adán" (1 Cor 15, 21s; 45-49; Rom 5, 12-21).
La carta a los Hebreos presenta a Cristo como el "hombre por excelencia"
(Heb 2, 5-9).