BEATO ACISCLO PINA
PIAZUELO
10 de noviembre
1936 d.C.
Joaquín
nació en Caspe (Zaragoza) en el seno de una familia de
campesinos. Vive y trabaja con su familia, hasta que que se
decidió por la vida religiosa y pidió el ingreso en la
Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Ingresó en 1915, con 37
años, en el postulantado de Ciempozuelos, y el maestro de
novicios comprobó que tenía buena voluntad y
disponibilidad, pero carecía de la formación humana
deseable para hacer la profesión religiosa y le propuso quedarse
como oblato, lo que él aceptó con mucha humildad y
modestia. Se le dio, pues, el hábito de devoción y
tomó el nombre de hermano Acisclo en 1916.
Prestó sus
servicios con mucha diligencia, primero en el sanatorio
psiquiátrico de Ciempozuelos, pasando luego a la casa de San
Baudilio de Llobregat y posteriormente a la de Pamplona, de donde fue
enviado al asilo-hospital de Barcelona. En varios de estos hospitales
se encargó de la vela nocturna de los enfermos y, en Barcelona,
del cuidado de los niños escrofulosos.
Llegada la revolución de julio de 1936 tuvo que abandonar la
casa religiosa, y fue acogido en varias casas sucesivamente hasta que
lo recibió doña Sebastiana Escribano, en la calle
Ríos Rosas, del Barrio de San Gervasio. El 5 de noviembre, al
mediodía, registraron los milicianos la casa y se llevaron a la
señora y al religioso a la checa de San Elías, donde
fueron registrados y separados. Según declaró la
señora, fue sacado en la noche del 10 de noviembre junto con
muchos otros sacerdotes, religiosos y seglares, que fueron fusilados en
las afueras de la ciudad.