BEATO ABELARDO GARCÌA PALACIOS
28 de julio
1936 d.C.
El pequeño pueblo de
Villandiego, provincia y diócesis de Bur-gos, fue la cuna de Abelardo
Garcíael 15 de octubre de 1913. Sus padres,Ángel y Estéfana,
eran labradores. Lamadre murió cuando Abelardo conta-ba tan sólo
dos años.A los once años ingresó en el semi-nario claretiano
de Plasencia estimula-do seguramente por su tío, el P. IgnacioAbad
Palacios, que también moriríamártir en Don Benito. Sus
formadoresdurante los primeros años califican aAbelardo de dócil
y sufrido. Comenzó elNoviciado lleno de ilusión y de alegría,pero
no fue admitido a la Profesión.
Comenzó una nueva etapa desu vida en los Agustinos; primeroen
Uclés y luego en La Vid. Desdeaquí, en 1934, cursando estudios
de Filosofía, escribió pidiendo de nue-vo el ingreso en la
Congregación de Misioneros Claretianos: «No puedeimaginarse
el gran cariño, llevadocasi hasta el delirio, que yo profeso ala Congregación;
día tras día y con ansias cada vez mayores he suspiradopor
volver a ella».Suplicaba una respuesta urgentepues se acercaba el día
de su profesiónen los Agustinos. El Superior le aconsejóque
no profesara, a pesar de estar apro-bado, y Abelardo se fue a su pueblo sinque
hubiera llegado la respuesta de losMisioneros Claretianos. Al fin le llegó
laadmisión en circunstancias de no tenersiquiera recursos para hacer
el viaje aJerez de los Caba lleros. La Providenciale ayudó inesperadamente
y pudo partirpara Jerez. Inició un nuevo Noviciado y profesó
el 3 de enero de 1936: había con-seguido lo que tanto anhelaba. Pasó
alTeologado de Zafra y de aquí a Ciudad Real con sus compañeros
perseguidos.Ante los temores de algún compañero,Abelardo replicó:
«Bien, y ¿qué puedeacontecernos en último resultado?,
¿ma-tarnos?, ¡Oh, qué dicha, si un día se leyeseen
los Anales CMF: Han sido fusiladospor Dios y por la Congregación los
Sres.Abelardo García, etc». Éste sueño lo viócumplido
cuanto contaba 22 años.